La nuez no solo destaca por su sabor y versatilidad en la cocina, sino que también se han ganado un lugar privilegiado en la alimentación saludable gracias a sus múltiples beneficios para el cuerpo. Investigaciones recientes, incluyendo estudios de la Universidad de Harvard y publicaciones de Good Housekeeping, confirman que este fruto seco es uno de los más completos para mejorar el bienestar a largo plazo, según un informe publicado en el diario Infobae.
Una porción de 28 gramos de nueces aproximadamente un cuarto de taza aporta 190 calorías, grasas saludables, proteínas vegetales, fibra, antioxidantes y una dosis importante de omega-3 de origen vegetal. Este perfil nutricional permite que las nueces ayuden a combatir la inflamación, proteger las células del daño oxidativo y mantener estables los niveles de energía durante el día.
Uno de los beneficios más destacados es su impacto positivo en la salud cerebral. El consumo habitual de nueces se relaciona con un menor riesgo de demencia y una mejor función cognitiva en adultos mayores. Asimismo, su alto contenido de ácidos grasos y antioxidantes contribuye al envejecimiento saludable del cerebro.
En el ámbito cardiovascular, reemplazar grasas saturadas por las grasas buenas presentes en las nueces puede reducir el colesterol LDL y disminuir el riesgo de enfermedades del corazón. Además, investigaciones indican que este fruto seco ayuda a prevenir ciertos tipos de cáncer, como el de colon, próstata y mama, debido a su capacidad para reducir la inflamación en el cuerpo.
Su versatilidad también es clave. Las nueces se pueden consumir solas, en mezclas, con yogur, en ensaladas, panes, batidos o postres, lo que permite incorporarlas fácilmente en cualquier comida del día. Incluso se recomiendan como complemento en dietas para el control de peso, ya que aportan saciedad sin causar aumento de peso.
