José Francisco Peña Gómez fue un líder histórico que, lamentablemente, nunca pudo alcanzar la presidencia de la República Dominicana, a pesar de su gran compromiso y amor por el país.
Hoy, su legado sigue vivo a través de su hijo, Francisco Antonio Peña Guaba, mejor conocido como Tony, quien tiene la misma sangre y la misma pasión por servir a la nación.
Tony representa la continuidad de ese sueño pendiente, y es sin duda el candidato que más se parece a su padre.
Además, Tony no camina solo; cuenta con un equipo político sólido y entregado, conformado por personas de gran valía y compromiso, como Alex Mordan, que aportan experiencia y dedicación para impulsar una verdadera transformación en el país.
Esta unión de valores y talento convierte a Tony Peña Guaba en una esperanza real para la República Dominicana, alguien que sabe cómo luchar por la justicia social y el bienestar de todos.
Por eso, es justo y necesario que se le dé la oportunidad de demostrar que puede llevar adelante el legado de su padre y convertirse en un gran presidente que el pueblo dominicano merece.
Tony Peña Guaba es más que un nombre; es la esperanza renovada de un país que aún sueña con un futuro mejor