Durante mucho tiempo venimos escuchando a los principales dirigentes que han comandado el Comité Olímpico Internacional, expresar el derecho que tienen los deportistas de competir sin injerencia política.
Sin embargo, todo se queda en simple teoría, en pura verborrea, dado que hasta la fecha nadie en el seno de ese organismo, ha puesto freno a esas intervenciones abiertas.
Eso pone de manifiesto que el COI, al igual que otros organismos deportivos, están supeditados a los supra poderes de las grandes potencias, al momento de tomar una decisión.
Durante la XIV cumbre ayer en Lausana (Suiza), el COI anunció por enésima ocasión, su respaldo a la protección de los Principios del Olimpismo, que proporcionan herramientas sólidas para garantizar la neutralidad política del movimiento, aunque en el fondo, están conscientes de que no han estado ni están en capacidad de proteger esos fundamentos que han sido violados permanentemente.
Los atletas más afectados en los últimos años han sido los rusos y bielorrusos, todo por intereses políticos.
Ojalá, que el Comité Olímpico Internacional, en la actualidad dirigido por la señora Kirsty Coventry, pueda disminuir esa práctica,lo que constituiría en un triunfo parcial, dado que eliminarlo por completo, es casi imposible.























