El documento que contiene las evidencias con respecto al caso, arroja que el señor Antonio Espaillat mantenía contacto con el número telefónico 809-981-0021, desde donde se comunicaba con el señor Manuel Jiménez Mateo, al cual le enviaba y reenviaba fotos, así como videos, reportándole sobre la problemática de las goteras y de los plafones del falso techo, lo que indica el conocimiento que tenía de estas anomalías y que pudo evitar que siguiera en funcionamiento bajo esas condiciones.
Las imágenes que contenían las conversaciones muestran el deterioro agravado que tenía la estructura y que no solo estaba en las filtraciones o goteras del techo, sino también de escombros que afectaban directamente la integridad del falso techo de plafón, lo cual ya había sido visualizado.
El Ministerio Público indica en el documento acusatorio que la interacción entre las dovelas de construcción que vinculan las vigas transversales con las vigas perimetrales produjo un incremento significativo de torsión en las solicitudes, induciendo una rotación hacia el interior de la edificación.
Lo que este efecto comprometió aún más las columnas situadas en los ejes L, P y S, cuya conexión rígida con las vigas perimetrales afectadas facilitó su falla estructural, provocando un fenómeno de colapso progresivo de la cubierta, caracterizado por su desarrollo súbito e instantáneo que terminó en una tragedia de impacto mundial.
ELDIA