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jueves, octubre 24

Tony Seval: un ícono de la música dominicana truncado por la violencia policial


 Felipe Antonio Sepúlveda Caraballo, conocido como Tony Seval, dejó una huella imborrable en la música dominicana de los años 80.Nacido el 5 de febrero de 1954 en La Romana, su carrera despegó con el auge del merengue y se consolidó con su única producción musical, "El Muerto". Sin embargo, su vida fue truncada de manera violenta el 24 de octubre de 1985, un hecho que conmocionó al país y dejó interrogantes sin respuesta.


Tony Seval se trasladó a Santo Domingo en su adolescencia, donde cultivó su amor por la música. Se ganó el respeto en el ámbito musical, colaborando con destacados artistas y orquestas de la época.



Su carisma y talento le permitieron lanzar su propia orquesta, "Tony Seval y los gitanos", y alcanzar la fama con temas como "Zayda" y "La Maleta". Su estilo y simpatía lo convirtieron en uno de los favoritos del público.


El 22 de octubre de 1985 Tony Seval fue apresado y llevado al destacamento policial de Villa Juana en circunstancias que todavía hoy día quedan por determinarse.


Su hermano, Yoryi Seval, ha sostenido que en realidad se lo llevaron preso en una redada, no porque lo estaban buscando ni tampoco fue porque tenía una amante, y mucho menos porque vio un cargamento de drogas.


 Las condiciones de su detención fueron inhumanas; se denunció un trato humillante y fue objeto de violaciones a sus derechos. A pesar de su popularidad, la atención mediática no fue suficiente para garantizar su seguridad.


La presión pública creció a medida que se conocieron las circunstancias de su arresto. Personalidades del medio, como el productor de televisión Yaqui Núñez del Risco, denunciaron la situación, pero la ayuda llegó demasiado tarde. En su última visita, solo su esposa y unos pocos amigos pudieron verlo.


Muerte violenta y protestas populares

La noticia de su muerte llegó el 24 de octubre de 1985, cuando se reportó que había sido asesinado.


Según informes, sufrió múltiples heridas de arma blanca tras un enfrentamiento con otros reclusos. Las versiones sobre su muerte variaron, pero todas coincidieron en que se trató de un acto violento y brutal.


Según el testimonio de Yoryi Seval, su hermano padecía de claustrofobia y esto no le permitió razonar en el momento en que fue apresado, tornándose desesperado, llevándolo a vociferarle a los policías improperios y pidiendo que lo dejaran ir.


El periodista Huchi Lora recordó el caso en el programa Zona 5: "Mientras ellos estaban ensayando llegó una patrulla de la policía y se llevó a varios de ellos preso. Los registraron dizque buscando drogas, pero no creo que él estuviera en eso, porque no tenía ese perfil".


"Realmente, a él le metieron unos tipos en la misma celda para que lo mataran. Tanto es así que Tony Seval tenía estocadas de armas blanca en las en las plantas de los pies", dijo el veterano periodista Huchi Lora, conocedor del suceso.


"Yo me metí en el sitio donde estaban preparando el cadáver y él tenía heridas en las plantas de los pies. Habían dicho que él recibió esas heridas peleando. ¿Cómo en un pleito a una persona le pueden rajar con arma blanca los pies?", añadió Huchi Lora.


La reacción del público fue inmediata y abrumadora. Miles de dominicanos salieron a las calles, encendiendo velas y mostrando su repudio. La violencia que se desató tras su muerte fue un reflejo del dolor colectivo, y la Policía Nacional intentó controlar las manifestaciones arrestando a varios protestantes.


El escándalo alcanzó niveles que exigieron la intervención del presidente de la república, Salvador Jorge Blanco, y del Secretario General de las Fuerzas Armadas. Ambos se dirigieron a la nación para abordar el tema, pero el clamor popular no cesó. Las protestas continuaron, exigiendo justicia por la muerte de Tony Seval.

Un legado en suspenso

Las circunstancias que rodearon su muerte dejaron muchas preguntas sin respuesta.


Su esposa y madre señalaron diferentes teorías sobre los motivos detrás de su asesinato, desde pasiones personales hasta intrigas relacionadas con su carrera. Sin embargo, la falta de claridad y la impunidad que rodearon el caso lo convirtieron en un tema tabú en la sociedad dominicana.


Hoy en día, el legado de Tony Seval persiste. Su música sigue siendo celebrada y sus discos son apreciados por nuevas generaciones.


Cada 24 de octubre, sus seguidores en Villa Francisca se reúnen para encender velas en su memoria, recordando no solo su talento, sino también la injusticia que marcó su vida y su trágico final.

La historia de Tony Seval es un recordatorio de cómo la vida de un artista puede verse interrumpida de manera violenta y cómo la música puede trascender, incluso en la tragedia.

Su legado continúa resonando en el corazón de muchos dominicanos, recordándoles que su música vivirá por siempre, aunque su vida haya sido truncada.


DIARIOLIBRE