El mejor ajedrecista dominicano de todos los tiempos, Ramón Mateo, hizo una denuncia que ha dejado a muchos con la boca abierta, y en la que afirma que no ha sido llevado al Salón de la Fama del Deporte Dominicano debido a inconvenientes que tuvo hace unos años con Rafael Damirón, expresidente de la Federación Dominicana de Ajedrez.
Es una denuncia muy grave, dado que Damirón es un dirigente que me merece todo el respecto y no creo que pueda llevar esas rebatiñas, que supuestamente datan del 1978, al seno del Pabellón de la Fama, del cual es miembro desde hace años.
La aclaración que hizo el presidente del Pabellón, Dionisio Guzmán, al periodista Nathanael Pérez Neró, de que Mateo nunca ha llevado su hoja de servicio para ser tomado en cuenta, deja claro que este es un caso complejo.
Sería interesante que ambas partes conversen para evitar esas graves denuncias.
De lo que no deben quedar dudas es de que Ramón Mateo tiene méritos más que suficientes para ser inmortal desde hace años.
Pero esos “dimes y diretes” en esas instancias solo ocurren en un país especial como el nuestro, y más cuando sabemos que el Pabellón de la Fama está integrado por personas que merecen el respecto de la sociedad dominicana.
RADARES. Será necesario hacer muchos análisis para llegar a una conclusión sobre los causantes de las derrotas que sufrió la selección de baloncesto en sus enfrentamientos ante Venezuela y Argentina, en el marco de los Juegos Panam Chile 2023.
Dos partidos que estaban a “tiro de hit” se fueron de las manos inexplicablemente. Sería interesante escuchar la opinión del técnico Ché García, quien durante el desarrollo de los dos encuentros mostraba descontento con algunos jugadores. ¡Esperemos!