Las sustituciones de funcionarios de primer nivel en instituciones gubernamentales, históricamente se traducen en cambios en la mayoría de las estructuras que las conforman.
Una situación que es natural en nuestro país, donde no hay respeto por la capacidad ni el tiempo que tienen los empleados en las funciones que ejercen.
Sin embargo, por lo menos hasta el momento, no es el caso que se produce en el ministerio de Deportes, tras la designación de Kelvin Cruz.
Informes suministrados por empleados y funcionarios ligados muy estrechamente al pasado ministro, Francisco Camacho, aseguran que se han sentido cómodos con el trato dispensado cuando han puesto sus cargos a disposición de Cruz, quien al parecer tiene un buen olfato político por la forma como los aborda.
Ojalá que allí se mantenga la calma, aunque por lógica, hay funcionarios que deben entender que hay posiciones que siempre están a cargo de gente de la íntima confianza del “mandamás”.
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