SANTO DOMINGO.- Tras cometer el trágico hecho, la médico militar Ana Josefa García Cuello llamó a su esposo y padre de la víctima a su lugar de trabajo y le dijo que regresara a la casa porque «había problemas«.
La solicitud de medida de coerción establece que Esmerlin Javier Frías Martínez y su esposa Ana conversaron por varios minutos, ella le dijo que no le podía explicar por teléfono, y este le dijo que no podía salir del trabajo en ese momento y ella cerró la llamada.
Minutos después, Ana volvió a llamar a su esposo, esta vez por videollamada y ahí él notó que había sangre en la casa, procedió a llamar una vecina para que fuera a la casa a ver lo que estaba ocurriendo
Luego, el hombre llamó por teléfono a la casa y le contestó el hijo menor, que tiene cinco años y le pidió que le abriera la puerta a la vecina, la cual estaba cerrada por dentro. Cuando la vecina entró, vio el cuerpo de la niña tirado boca abajo en la cocina y cabeza en el baño de la habitación principal, al lado del inodoro.