Este 2025 ha estado marcado por hechos violentos cometidos por menores de edad, reavivando las alarmas sobre la criminalidad juvenil en el país. Desde muertes en entornos educativos hasta ataques por robo y rivalidades de bandas, los casos muestran una escalada cada vez más peligrosa.
Noviembre, en particular, se caracterizó por una cadena de sucesos que ha dejado en evidencia la gravedad del problema.
El episodio más reciente ocurrió el pasado viernes en Santiago, cuando un estudiante de 14 años mató a otro de 15 a la salida del Politécnico Simón Antonio Luciano durante una riña que, según las autoridades, se intensificó en cuestión de segundos.
El director regional de Educación, Pedro Pablo Marte, informó que el conflicto venía arrastrándose desde días previos entre ambos.
Un día después en San Pedro de Macorís, la Policía arrestó a una adolescente de 17 años por su presunta implicación en la muerte de una mujer en el sector Barrio Blanco.
Bandas, armas y descontrol
A inicios de noviembre, también en Santiago, tres adolescentes de entre 14 y 16 años fueron detenidos por su presunta vinculación al asesinato de un motorista de reparto, a quien habrían atacado para robarle la motocicleta.
Las investigaciones revelaron que los jóvenes tenían acceso a un arma de fuego, lo que reavivó las críticas sobre el escaso control de estos artefactos en manos de menores.
A ello se sumó otro caso registrado en el sector El Tamarindo, al suroeste de Santiago, donde se acusa a un adolescente de 13 años de matar de un disparo a su prima, también de la misma edad.
Según versiones preliminares, el hecho ocurrió cuando el niño manipulaba una pistola perteneciente a su padre, en lo que se presume fue un accidente.
Entre otros incidentes, se reportó la detención de dos menores por su alegada participación en un robo agravado en Moca, provincia Espaillat. Sin embargo, la controversia más fuerte estalló en San Francisco de Macorís, cuando un tribunal otorgó libertad condicional a un adolescente de 17 años acusado de matar a un joven de 18 durante una discusión por una deuda de tres mil pesos.
La medida, que dispuso su entrega a la custodia de su madre debido a los límites de la Ley 136-03, reabrió el debate sobre la capacidad del sistema penal juvenil para responder a hechos de violencia letal.
El panorama ya venía marcado por episodios graves. En octubre, un estudiante fue herido con un arma blanca por un compañero dentro del liceo Juan Ovidio Paulino, en la zona sur de Santiago, pese a los conflictos previos entre ambos.
Agosto estuvo marcado por el estremecedor caso de un adolescente de 17 años que mató a su madre en Santo Domingo Este, durante una discusión atravesada por tensiones familiares y presunto consumo de sustancias.
Y abril quedó señalado por el asesinato a machetazos de un menor de 15 años en Los Alcarrizos, en un hecho atribuido a disputas entre bandas juveniles.
DIARIOLIBRE
