En San Cristóbal y La Altagracia compartimos con familias que nos abrieron las puertas de sus hogares y su corazón, llevando servicios, escuchando inquietudes y ofreciendo soluciones reales.
También estuvimos en Higüey, entregando medicamentos para respaldar la salud de familias que requieren apoyo, con la convicción de que el servicio público se hace con responsabilidad y empatía.
Seguimos adelante, caminando con la gente y para la gente, donde más se nos necesita.
