Tesla puso en marcha el domingo una prueba con un pequeño grupo de taxis autoconducidos en Austin. La carrera cuesta unos 3,66 euros.
El jefe de Tesla, Elon Musk, parece estar a punto de hacer realidad su visión del robotaxi con una prueba de un pequeño escuadrón de taxis autoconducidos en Austin (Texas) que comenzó el domingo. Sin embargo, por el momento se trata sólo de una pequeña flota de unos 10 vehículos.
Llegar a un millón de robotaxis puede llevar un año o más, aunque el multimillonario debería poder ampliar el servicio este año si la demostración de Austin es un éxito. La apuesta no podría ser mayor, ni tampoco los retos.
Mientras Musk hacía esas promesas del "año que viene", su rival Waymo estaba ocupada desplegando taxis sin conductor en Los Ángeles, San Diego, Austin y otras ciudades utilizando una tecnología diferente que le permitía llegar al mercado más rápido. Acaba de completar su viaje pagado número diez millones.
Los boicots relacionados con la política de Musk han hundido las ventas de Tesla. Los fabricantes de vehículos eléctricos rivales, con nuevos modelos competitivos, le han robado cuota de mercado. Y los inversores están nerviosos tras el desplome de las acciones en 150.000 millones de dólares (130.000 millones de euros) cuando Musk se peleó en las redes sociales con un presidente estadounidense que supervisa los reguladores federales del automóvil y que podría dificultar mucho el despliegue del robotaxi. Las acciones se han recuperado un poco después de que Musk dijera que se arrepentía de algunas de sus declaraciones.
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