48 horas después de la trágica noche en la que al comerciante Denny Luis Silverio Ramírez, de 52 años, le cegaron la vida a punta de pistola, familiares y vecinos se reunieron con velas frente a las puertas del colmado ubicado en el Ensanche Quisqueya, hoy cerradas, para clamar justicia.
“No fue a un perro que mataron”, “Era un hombre de trabajo”, “Destruyeron una familia”, vociferaban la noche de este jueves en el mismo lugar donde un motorizado le disparó a quemarropa a Denny.
Su esposa y sus tres hijos estaban presentes, casi como resguardados con los vecinos. La mujer, que pide no ser identificada, tenía un hilo de voz, pero eso no le impedía pedir a gritos justicia por su esposo y cabeza de su familia.
“Yo no quiero que esto quede impune, porque fue una persona que venía saliendo de su negocio para cerrarlo, para irse donde su familia, y al momento de cerrarlo viene un desaprensivo y le quita la vida”, expresó conmocionada.
Describió a Denny como una persona sociable y solidario, tanto así que “se quitaba la comida de la boca” para ofrecerle el pan a los obreros que trabajaban en las construcciones de edificios de la zona.
“Era una persona sociable, tú haces una encuesta de la Bohechío a la Defilló y vas a encontrar que era una persona de bien”, recalcó.
LISTINDIAIRIO