Los expertos y la comunidad científica han negado rotundamente que exista una relación entre las vacunas y el autismo, después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sugiriera que podría haber un vínculo durante una entrevista con la revista Time.
Trump afirmó que mantendría un “gran debate” sobre la vacunación infantil con Robert F. Kennedy Jr., su próximo secretario de Salud y conocido por sus posiciones antivacunas. “La tasa de autismo está a un nivel que nadie creía posible. Si nos fijamos, hay algo que lo está causando”, señaló el mandatario, sin aportar pruebas.
El falso mito que relaciona las vacunas con el Trastorno del Espectro Autista (TEA) tiene su origen en un estudio de 1998 publicado en el Reino Unido, que vinculaba la vacuna triple vírica (sarampión, rubeola y paperas) con el autismo. Sin embargo, posteriormente se descubrió que la investigación era fraudulenta, con intereses económicos detrás, y la revista retiró el artículo en 2010. El autor perdió su licencia médica.
Diversos estudios científicos han desmentido esta teoría. Una investigación con 650.000 niños daneses publicada en 2019 concluyó que no había mayor riesgo de autismo en los niños vacunados. Otro estudio, que incluyó a medio millón de menores, también encontró frecuencias iguales de autismo entre los vacunados y no vacunados.
El Ministe
rio de Sanidad español insiste en que las vacunas son “medicamentos muy seguros y eficaces” y que su seguridad se evalúa mediante estudios rigurosos antes y después de su aprobación. Además, subraya que no existe ninguna relación entre las vacunas y el autismo.Desde la Confederación de Autismo España, el psicólogo Guillermo Benito advierte sobre el peligro de reactivar este tipo de bulos. Recuerda que se trata de una teoría refutada, basada en estudios fraudulentos, y que relacionar el autismo con las vacunas solo genera inseguridad entre la población.
En su web, la Asociación Española de Vacunología (AEV) coincide en que “no es una cuestión de creencia, sino de ciencia”. La organización señala que el autismo no tiene relación con las vacunas, sino que factores como la edad avanzada de los padres pueden influir en su desarrollo.
Trump indicó que escuchará a Kennedy Jr., quien ha cuestionado públicamente la eficacia de algunas vacunas y difundido información no verificada sobre la pandemia de covid-19. Sin embargo, los científicos reiteran que las vacunas son seguras y que los estudios han desmentido cualquier vínculo con el autismo.
Según los expertos, el aumento de diagnósticos de TEA se debe a la mejora de los recursos de detección, especialmente en países desarrollados, y no a causas externas como la vacunación.
EFE