La conexión entre los factores cardiovasculares y la salud cerebral es seguida de cerca por los científicos desde hace décadas. Lo que hacemos a partir de los 40 años se reflejará cuando tengamos 60 o más, por eso prestar atención a los niveles de colesterol, que se subestiman con frecuencia, es clave para prevenir enfermedades del corazón y también para reducir el deterioro cognitivo.
Un estudio presentado en las Sesiones Científicas 2024 de la Asociación Estadounidense del Coreazón (AHA), en Chicago, señaló que las fluctuaciones significativas en los niveles de colesterol a lo largo de los años podrían relacionarse con mayor riesgo de desarrollar demencia o deterioro cognitivo en adultos mayores.
Investigaciones previas ya habían asociado la variación en indicadores como la presión arterial, o el azúcar en sangre, con un impacto negativo en el corazón y el cerebro. Ahora, el estudio publicado en la revista Circulation sumó a esa lista los cambios en el colesterol.
Una posible explicación es que estas variaciones podrían desestabilizar las placas ateroscleróticas, lo que incrementa el riesgo de isquemia cerebral y, por ende, de deterioro cognitivo, según detalló la doctora Zhen Zhou, autora principal del estudio e investigadora de la Universidad Monash, Australia,
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