En los deportes colectivos, y sobre todo en el béisbol, la práctica del individualismo es un virus que ataca y no perdona.
¿Qué necesidad tenía Shohei Ohtani de intentar robar la segunda base con dos outs en la séptima entrada del segundo juego de la Serie Mundial y con los Dodgers arriba dominando la pizarra 4x1?
Resultado: La mega estrella de los Dodgers de Los Ángeles dejó caer su mano izquierda al suelo mientras se deslizaba. La fuerza de su caída le aplastó el hombro. Cuando lo declararon out en la jugada, le hizo un gesto al árbitro para que pidiera un tiempo muerto.
Los Dodgers abrirán esta noche en el Yankee Stadium el tercer juego de la Serie Mundial con ventaja de 2-0, convirtiendo ahora el Clásico de Otoño en un tres-dos para los ex-moradores de Brooklyn.
Viendo el trágico balance de este fallido intento de robo nos obliga a vaticinar que jamás Ohtani intentará hacer otra vez el 50/50 porque es demasiado el riesgo que se corre y para lesiones como esa. Al menos es solo su brazo izquierdo, no el de pitcheo que necesitará el año que viene".
Si bien es cierto que es preocupante la lesión de Ohtani, la otra cara de la moneda, es que en el Bronx cunde el pánico porque las sentencias de cuatro esquinas del juez Aaron Jugde brillan por su ausencia y en un juego tan importante como el segundo se fue de 4-0 con tres ponches, sumando 6 K en 9 turnos. Con un raquítico promedio de bateo de .111 de 9-1.
Los seguidores de los Dodgers están claros que lo último que se pierde es la esperanza y si bien es cierto que Ohtani es irremplazable en la parte superior de la alineación, el equipo ganó sin él 100 juegos el año pasado; por lo tanto se pueden ganar dos de los próximos cinco si es necesario. Y para cumplir la misión de marcha azul triunfante cuentan con el apoyo de los bates de Mookie Betts, Teoscar Hernández y Freddie Freeman, tres bates de dinero que producen en momentos de presión, todavía están al pie del cañón entre nosotros y en el caso de Freeman un sólido candidato al premio de "Señor Octubre 2024".
Por Bienvenido Rojas