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viernes, octubre 25

República Dominicana y cinco países latinoamericanos exigen a Europa un precio justo por el banano

 


Europa es uno de los mayores consumidores de banano del mundo, con un promedio de 14 kilos por persona al año, y su mayor proveedor es Latinoamérica, cuyos principales productores denuncian que en los supermercados europeos hay una guerra de descuentos que no respeta el precio justo del producto.


Lo venden por debajo de su valor real, aseguran, sin que eso refleje sus esfuerzos por cumplir normativas, lograr certificaciones y pagar salarios dignos. Recientemente, la Fuerza de Tarea Conjunta de Latinoamérica, que integran los gremios exportadores de banano de Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Perú y República Dominicana, denunció que la cadena de supermercados alemana Lidl vendía banano de origen latinoamericano a 0,89 euros por kilo, casi un euro por debajo de sus competidores.


Otros supermercados europeos también lo venden actualmente a 0,99 euros por kilo, con una rebaja del 32 % respecto a su precio habitual de 1,47 euros por kilo.


Para José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de la Asociación de Exportadores de Banano del Ecuador (AEBE), el primer exportador mundial de este fruto, este tipo de ofertas no reflejan los esfuerzos de la industria para llevar un producto de calidad a Europa que cumpla con todas las regulaciones.


“Nos genera mucha preocupación, porque nuestro banano ha perdido un 20 % de su valor en los últimos quince años”, advirtió Hidalgo. “Esa estrategia, al final del día no es sostenible porque nunca vas a terminar un círculo vicioso de precios bajos”, señaló el representante de AEBE al apuntar que así no se podrá mejorar las condiciones de la cadena valor del banano.


Comercio justo como referencia


Hidalgo abogó por involucrar las autoridades europeas, las certificadoras y los supermercados, para que el consumidor entienda que las nuevas reglamentaciones y exigencias de la Unión Europea (UE), como la Ley de Debida Diligencia, el Pacto Verde y la estrategia ‘De la granja a la mesa’, tienen un coste.


“No podemos tener un pacto verde con números rojos”, sentenció.