Bajo ningún concepto, caiga quien caiga, se puede permitir que la anarquía , el caos y el desorden, protagonizado por un grupo de antisociales, se vuelva a apoderar, como ocurrió hace unos años, del torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional.
Este era , hace unas décadas, el evento que atraía más aficionados, incluso en algún momento por encima del béisbol profesional de invierno, pero lamentablemente cayó al precipicio por el vandalismo imperante, lo que motivó un alejamiento casi total de todos los sectores, principalmente de los patrocinadores comerciales, que son el principal sostén de eventos de esa naturaleza.
Tras varios años prácticamente “abandonado”, el torneo comenzó hace unos cuatro años, bajo la batuta de un equipo comandado por el periodista José P, Monegro, a dar un giro de 180 grados, y se recuperó la confianza.
Pero lo sucedido el pasado domingo durante el último juego de la jornada entre Mauricio Báez y Bameso, es una barbaridad que no se puede tolerar bajo ninguna circunstancia.
Fanáticos ejerciendo violencia cometieron desmanes lo que hizo necesaria la intervención de las autoridades, que se vieron en la necesidad de utilizar bombas lacrimógenas.
Como ahora hay cámaras por todas partes, estos “delincuentes” fácilmente pueden ser identificados y someterlos a la justicia para que se les apliquen las leyes sin contemplaciones.
RADARES.-La muerte de Osvaldo Virgil parece que va a seguir teniendo repercusiones en su familia, dado que sus hijos están solicitando que se le haga una autopsia, mientras que su compañera muestra una tajante oposición. Creo que lo mejor, para que todo quede bastante claro es que se determine las causas reales del fallecimiento de esta gloria del deporte.