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domingo, octubre 27

Jill Stein, la ‘pequeña’ candidata presidencial que podría hacer perder a Kamala Harris


 En unas elecciones presidenciales abrumadas por el duelo Trump-Harris, Jill Stein no tiene mucho peso: apenas un 1%, según los sondeos. Pero la candidata del Partido Verde está en las boletas allí donde la victoria está en juego -excepto en Nevada- y los pocos miles de votos que podría cosechar allí podrían costarle muy caros a Kamala Harris en lo que promete ser una elección reñida sin precedentes. Más concretamente en Pensilvania, Wisconsin y Michigan, tres estados fundamentales del “cinturón del óxido” en los que la ventaja de la demócrata sobre su rival republicana se ha reducido a menos de un punto.


Esto es suficiente para despertar dolorosos recuerdos para los demócratas de las elecciones presidenciales de 2016, cuando la misma Jill Stein obtuvo 31.072 votos en Wisconsin y 51.463 en Michigan, es decir, más que los 22.748 y 11.000 votos que permitieron a Donald Trump ganar los dos estados -y en última instancia las elecciones- frente a Hillary Clinton. Un escenario similar se había producido dieciséis años antes, cuando el entonces candidato del Partido Verde, Ralph Nader, privó al demócrata Al Gore de la victoria en los estados clave de New Hampshire y Florida, lo que permitió a George W. Bush ganar por una nariz.


Contra la guerra

Según un estudio realizado en agosto por el Council on American-Islamic Relations (CAIR), Jill Stein está incluso por delante de Kamala Harris entre los votantes árabes-musulmanes de Michigan y Wisconsin, muy críticos con el apoyo incondicional de la administración Biden a Israel en su guerra en Gaza y Líbano. “Los demócratas no pueden ganar sin el apoyo de la comunidad musulmana. Esta comunidad ha abandonado su redil y no volverá, a menos que los demócratas decidan que es más importante para ellos ganar las elecciones que perpetrar un genocidio”, afirma la ex médica de 74 años en una entrevista a la revista Newsweek, mientras que Kamala Harris pide un alto el fuego al tiempo que se niega a detener las entregas de armas al Estado judío.


Su discurso le valió a Jill Stein el apoyo de David Duke, antiguo líder del supremacista blanco Ku Klux Klan. “Es la única candidata que se opone claramente a la guerra en Oriente Próximo y Ucrania”, dijo a principios de esta semana en su programa de radio, juzgando que esta postura iba en detrimento del “poder judío”. La candidata rechazó inmediatamente esta alianza impía, calificando a David Duke de “troll racista” necesitado de atención.


Pero la candidata del Partido Verde, comprometida con el medio ambiente y la justicia social, atrae más allá del electorado árabe-musulmán. “Es probable que atraiga a los votantes más jóvenes, muy de izquierda, críticos con el apoyo de Washington a Israel y con la política económica de la administración Biden, y decepcionados por la falta de avances en materia de derechos civiles. En otras palabras, los que se manifestaron en los campus en primavera”, explica Vincent Michelot, profesor de historia política de Estados Unidos en el Instituto de Ciencias Política Sciences Po Lyon. Y aunque descalifica a republicanos y demócratas, calificándolos de “especuladores de la guerra a sueldo de Wall Street”, es contra la vicepresidenta contra quien centra sus ataques la licenciada en Harvard, señala el New York Times.


Radio Francia Internacional