La entrega de esta columna titulada “Paliza se engaña a sí mismo con remodelación del estadio de Puerto Plata” no le cayó nada bien al ingeniero Juan Guillermo Pérez Bonelly, encargado de las reparaciones del José Briceño.
El pasado martes me lo encontré en la entrega de la copa Banreservas que se disputará en el torneo de béisbol profesional y reaccionó muy indignado por mi escrito.
De manera errada, me dijo que no podía escribir sobre la remodelación del estadio José Briceño porque no había ido a ver su trabajo.
Se equivoca, porque por experiencia sé que la cantidad de dinero otorgado en el presupuesto inicialmente de RD$150 millones y quizás extendido a RD$200 millones, no alcanza para colocar un estadio en las condiciones que se requieren para el béisbol profesional.
Quizás el ingeniero Pérez Bonelly desconoce que tengo unos 30 años visitando estadios de Grandes Ligas, Ligas Menores y los del Caribe, donde se juegan los torneos de béisbol invernales, razón por la que sé que esa cantidad de dinero no es suficiente, y no tengo que ir a Puerto Plata para saberlo.
En medio de su enojo reconoció que ese dinero no es suficiente, diciéndome. “El dinero que falta, nosotros lo vamos a buscar”. Luego muy engreído dijo: “El dinero lo voy a buscar yo. No tengo para una carretera, pero para remodelar ese estadio, sí”. ¡Al final no lo entendí!
Es bueno que el ingeniero Pérez Bonelly comprenda que todo aquel que realiza obras con el dinero del Estado no puede tener la “dermis” tan frágil.
Tengo reportes que en Puerto Plata no están muy contentos con que él haya sido el ingeniero que remodeló el estadio José Briceño y fuese designado como presidente del patronato de esa misma obra, algo que nunca había sucedido en la historia.