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sábado, septiembre 28

El béisbol en el Diccionario del español dominicano

 


Por: DiMaggio Abreu


Honrado por una invitación de la doctora María José Rincón, el miércoles 18 de septiembre acudí a la presentación del Diccionario del español dominicano, segunda edición, un proyecto del Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía (Igalex) y de la Academia Dominicana de la Lengua. Fue en el Auditorio de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña, en la Plaza de la Cultura.


Es un documento de ardua elaboración, un diccionario diferencial, restringido al léxico o palabras que utilizamos los quisqueyanos, por tanto, excluye todos los elementos que son comunes al español del resto de América y de España. Como país de alto arraigo deportivo, este sector está muy bien representado en su contenido, especialmente con el lenguaje beisbolero.


El acto de presentación del DED devino una velada relajante, dada por los discursos cargados de matices del presidente del Igalex, el abogado y escritor Fabio J. Guzmán Ariza; de la filóloga y lexicógrafa española, directora del Igalex, María José Rincón González; y del director de nuestra Academia de la Lengua, doctor Bruno Rosario Candelier.


Del béisbol, como pasatiempo nacional por excelencia, el DED2024 presenta numerosas referencias, desde la explicación de lo que se trata el juego como de sus adjetivos “beisbolero”, “beisbolista” y “beisbolístico”, más el género femenino cuando corresponde.


“Juego”, de numerosos usos en el lenguaje criollo, tiene lo propio referente al béisbol con “juego grande” (estrategia basada en largos batazos); “juego chiquito” y “juego pequeño” que son sinónimos; “juego de estrellas”, sin que falte el apelativo “juego de gallos”, que algunos pretenden que se le defina como un deporte y otros lo califican como una crueldad. “Trancar el juego” es del dominó.


“Pelota” manda directo al béisbol, con sus derivados “pelotera”, “pelotero” y “peloteril”, pero no señala el “pelotazo”, aunque su acción o efecto aparece en “dedbol”. En “Toletazo”, la segunda referencia es también al béisbol, como “batazo fuerte”.


Del béisbol describe sus elementos bate y sus variantes; lanzar con sus modos y los sinónimos que le damos: “picheo” y “pícher”, de los que el DED nos recuerda la metáfora de uso popular “pichar ese juego”, cuando se pretende que otro asuma una situación enojosa, sin que se refiera al béisbol, más bien, atrapada de este. Otros son: hit, doble, doble play, doble pley, doble matanza, doblete; triple, triple matanza, triple play, tripe pley, tripletazo, dogout.


En “Tiro”, una cuarta acepción es para el béisbol: “lanzamiento de la pelota”; más la locución “a tiro de hit”, cuando se está a punto de conseguir algo en cualquier ámbito, claramente extraída de nuestro deporte rey.


¿Y del “jonrón” qué? Citado en la presentación por Guzmán Ariza, el DED lo define: “En el béisbol, batazo que permite al jugador que lo batea anotar una carrera”. Anexa “jonrón de campo” y “jonrón de piernas” con la misma explicación y ejemplo, así como “jonrón solitario”, “jonronear” y “jonronero”.


El sustantivo “palo” es la palabra de más extensión en el Diccionario, que incluye 11 acepciones, 55 expresiones complejas y dos frases proverbiales. La quinta de las acepciones de “palo” es relativa al béisbol, como “batazo largo y contundente”.


En “Sacar(se)” hay tres aplicaciones referidas al béisbol, como un manager sacar un jugador, especialmente al lanzador; poner un jugador fuera; y batear la pelota de jonrón.


Extrañó no encontrar en “sacar(se)” o “botar(se)” la muy socorrida expresión popular “la sacó…” o “la botó por los 411”, referida a alguien que consigue, hace o dice algo extraordinario y que se deriva de la emblemática distancia de 411 pies existente entre el punto de bateo y el paredón del jardín central del Estadio Quisqueya Juan Marichal, de Santo Domingo, frase que se dice cuando alguien saca la pelota de jonrón por allí, que no son muchos.


Y muy importante, el Diccionario del español dominicano está en formato digital y gratuito, en los portales del Igalex y la Academia de la Lengua.


Al final de la presentación, “ningún ningún” de irme sin mi ejemplar del DED2024, cuya puesta a disposición del público es “un jonrón de piernas” y con las bases llenas. Y de “ñapa”, se me gratificó con el libro “De la eñe a la zeta”, la recopilación de ocho años de la columna “Eñe”, de la aplatanada dominicana María José Rincón, que pretende enseñarnos a mejor hablar y escribir nuestro idioma. ¡No es “chin” de regalo!