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VIERNES 20 DE DICEMBRE

jueves, agosto 29

Pocos frutos de los policías kenianos en Haití a dos meses de su despliegue

 


La llegada a Haití de 400 policías kenianos, primeros integrantes de una fuerza internacional de seguridad, supuso en junio una esperanza para frenar a las poderosas pandillas del país caribeño. Pero dos meses después de su despliegue, sus avances han sido escasos y la población pierde la paciencia.


La misión, patrocinada por la ONU, tiene como objetivo ayudar a la policía haitiana (PNH) a restablecer el orden en un país herido, golpeado desde hace décadas por crisis políticas, desastres naturales y criminalidad.


En febrero, las pandillas que controlan más del 80% de Puerto Príncipe se aliaron para poner a Haití al borde del abismo. Sus ataques coordinados contra cárceles, comisarías y el aeropuerto de la capital provocaron la dimisión del controvertido primer ministro Ariel Henry.


Tras asumir el poder, su sustituto, Garry Conille, recibió a los primeros policías kenianos -200 en junio y otros 200 en julio- y autorizó operaciones para "retomar todas las zonas controladas por las pandillas, casa por casa".


De momento esa promesa no se ha cumplido. Frente a un enemigo bien armado y numeroso, los 400 kenianos y la policía haitiana se han centrado, sobre todo, en proteger infraestructuras claves en la capital y no han reconquistado ningún bastión enemigo.

"Aún no tienen el personal ni los equipos suficientes para llevar a cabo operaciones ofensivas reales contra las bandas", explica Diego Da Rin, experto sobre Haití para el International Crisis Group.


"Los bandidos ni se inmutan"

La frustración es palpable entre los habitantes de Puerto Príncipe, cansados de la violencia de pandillas acusadas de asesinatos, saqueos, violaciones y secuestros.


"Estaba a favor del despliegue de policías kenianos, pensaba que iban a restablecer la paz y ayudar a nuestros policías, que estaban desbordados. Pero los abusos de las pandillas continúan y los bandidos ni se inmutan", dice Watson Laurent, de 39 años.


"Estoy muy preocupado. No puedo dormir de noche por las detonaciones", añade este chofer de mototaxi, que vive en el centro de la capital.


Pese a las críticas, la policía keniana aseguró el lunes que sus tropas en Haití habían logrado "avances significados", retomando el control de "infraestructuras claves".


AGENCIAS