A pesar del escaso respaldo que en términos económicos recibe el deporte en República Dominicana, muy pocas voces, incluso a nivel dirigencial, se han unido al justo reclamo por un mayor presupuesto.
Desde hace décadas el deporte ha sido relegado, aunque hay que reconocer que algunas administraciones gubernamentales han realizado aportes extraordinarios, pero solo para la realización de eventos internacionales.
Es decir, la importancia de esa actividad ha sido circunstancial, nunca apegada a una política que reconozca la necesidad de proporcionar un presupuesto que llene los requisitos de una sociedad integrada por una mayoría de ciudadanos en edad de practicar deportes.
Esa deuda, podría continuar, si al presidente Luis Abinader no se plantea la necesidad de incrementar la inversión en ese renglón, para no solo mejorar las condiciones de las instalaciones, a contratar más y mejores técnicos y ampliar los programas de educación física escolar en todo el territorio nacional.
La mejor muestra de que es una necesidad el mantener una inversión adecuada y constante en ese reglón, la expuso ayer el presidente de México, Manuel López Obrador, tras el rotundo fracaso en la obtención de medallas por sus atletas en las olimpiadas de París 2024.
México, con 129.5 millones de habitantes, apenas consiguió tres medallas de plata y dos bronce, para el puesto 65 del medallero, por debajo de República Dominicana con 59.
Y dijo una verdad que cae como anillo al dedo en latinoamerica , cuando señaló que:“ un país (México), en donde un grupo, una pandilla de rufianes, se dedica nada más a saquear y abandona por completo al pueblo, no se podía esperar mucho más, por el nulo apoyo que dieron a los deportes en más de tres d;ecadas”