A las 4:36 p.m. del 3 de junio, tres hombres vestidos de negro, con ropa militar, uno con barba postiza, han entrado en la sucursal del Banco Popular de la Gregorio Luperón. Ellos son Jorge Luis Estrella, Eddy Segura y Johan Belliard.
Jorge Luis Estrella, el cabecilla, encañona al agente de seguridad R.M. (por protección a las víctimas, solo se nombran sus iniciales), lo tira al piso, le pone un pie en la espalda y grita: "¡Todos al piso, esto es un atraco!", simulando un acento extranjero para despistar sobre su identidad.
Dicen los que saben que si los asaltantes no anuncian que se trata de un atraco, nadie se da cuenta. Así que vino el clásico grito: "¡Esto es un atraco!", para que nadie lo confunda. Pero Jorge Luis Estrella lo hace de forma distinta: con acento extranjero, sacando a relucir sus dotes de actor.
"Eran aproximadamente las 4:30 p.m., y yo estaba en mi puesto de trabajo en la puerta, en la parte de adentro, ahí entraron dos hombres de repente encapuchados y dijeron "Todo el mundo al piso, esto es un atraco", a mí me tiraron al piso, me encañonaron, y me decían que no me moviera y me pusieron el pie en la espalda. Me apretaban duro".
Los asaltantes no lo saben, pero cuando han entrado y han amenazado al guardia, una de las empleadas ha dado la alarma con el botón que se encuentra debajo de su escritorio. "Cuando me percaté de que había entrado una persona, que lo vi apuntándole al seguridad, le di a la alarma y luego me tiré al suelo", dijo la mujer a los agentes.
Tras neutralizar al guardián del banco, Eduardo Belliard y Eddy Segura se encargan de él, mientras Jorge Luis Estrella pasa al área de caja rompiendo unas mamparas. Entonces se acerca a una de las cajeras, M.B., de 21 años, y la amenaza de muerte. Si se mueve, pierde la vida. Esto dijo M.B. en el interrogatorio:
"Cuando el asaltante entra (al área de caja), pregunta ¿dónde está la valija y dónde está la bóveda?, y comienza a caminar en el área de caja, insistiendo con la misma pregunta. Manipuló la pistola y preguntó '¿Es que nadie va hablar?'".
Jorge Luis Estrella no consigue respuestas y los segundos van pasando. Es entonces cuando pierde los estribos y se acerca al cajero L.M., le pega el arma en la región lumbar, provocándole un trauma acompañado de un ligero edema. Los asaltantes buscan un dinero que ya se han llevado. Insisten: "¡¿Es que nadie va a hablar, se mueren?!". En ese momento la cajera M.B. le responde y dice que la valija ya se la habían llevado.
"Estás hablando mentira, ¿se quieren morir?", replica Jorge Luis Estrella, que ve como el atraco se desmorona. Han llegado demasiado tarde, el botín grande ya no está en el banco.
Los tres delincuentes están nerviosos, con armas cargadas y ejerciendo violencia. La oficial de caja, D.P., con tres hijos y 16 años trabajando en el Banco Popular, toma la palabra y les indica dónde está el conduce que índice que el dinero se retiró. "Mírelo ahí", dice.
Los asaltantes empiezan a retirar el dinero de las cajas sin saber que D.P. ya ha tocado el botón de seguridad cuando han entrado. Pero todo sucede muy rápido. Tras sacar el dinero de las cajas, robar dos teléfonos móviles y una cartera, los tres asaltantes dejan un dispositivo que han llevado, manifestando que es una bomba, y emprenden la huida.
La mujer de azul acaba de retirar el dinero del cajero, se dirige a su coche, entra y cierra la puerta, sin darse cuenta de lo sucedido. Cinco segundos después, los asaltantes abren la puerta y salen del banco. Suben al vehículo de forma apresurada. El carro arranca incluso antes de que el último haya acabado de subir. En total se han llevado 1,685,723.68 pesos. Ahí empieza la operación policial para arrestarlos.