Aunque no seamos responsables de la solución del caso, imagino que mañana el Gobierno dominicano, el empresariado dominicano, la sociedad civil organizada dominicana, los partidos políticos dominicanos, las universidades dominicanas, los intelectuales dominicanos, los educadores dominicanos, las Fuerzas Armadas dominicanas y, en fin, resumiendo, que la República Dominicana contribuya con todos sus recursos y experiencia a que Haití, vecino incómodo, se reconstituya como Estado, con una economía sana, una industria creciente, una agricultura amplia y todo un pueblo feliz… (En todos los sentidos, sería un premio para nosotros).