El origen demográfico de los migrantes que siguen arribando a la Gran Manzana buscando mejores oportunidades de vida, está cambiando. Y las posibilidades de estos recién llegados de alcanzar el “sueño americano”, ante la escasa oferta laboral, de vivienda y de legalización, luce cada vez más esquiva e inalcanzable.
Asi lo demuestra, con datos muy contundentes, un nuevo reporte titulado “Dejando atrás a los nuevos neoyorquinos” presentado esta semana por las organizaciones Make The Road NY (MRNY), Hester St y Afrikana, el cual deja claro que las condiciones socioeconómicas de ciudad de Nueva York, son un territorio “muy árido” para los miles de migrantes que desde la primavera 2022, llegaron pidiendo albergue luego de haber cruzado la frontera sur con México.
La encuesta realizada en febrero de 2024 a 586 migrantes, comprueba cómo apenas el 3% ha conseguido un trabajo realmente estable y el 95% está batallando cómo sobrevivir y salir del sistema de refugios. Además, solo el 5% ha tenido la opción de rentar su propio espacio una vez que reciben las notificaciones de 30 y 60 días de desalojos de los ‘shelters’.
Del total de consultados, solo 18 cuentan con un empleo de cierta estabilidad.
Lo más determinante de este estudio que toma una “fotografía instantánea” de cuáles son las condiciones de vida de quienes están bajo la protección de la Ciudad, es que “si bien los venezolanos siguen siendo el grupo migrante más grande representado en la encuesta, su presencia tiende a disminuir”.
Se concluye que hay una mayor proporción de migrantes de Ecuador, y en general, se ha recibido mucha más información de personas procedentes de África Occidental, en comparación con sondeos del año 2023.
AFP