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jueves, enero 18

La arteritis temporal, la inflamación que hay que tratar a tiempo


 Las dos causas de muerte más frecuentes en países desarrollados son el infarto de miocardio y el derrame cerebral, ambas provocadas por el deterioro progresivo de las arterias. Las arterias y las venas forman parte del sistema circulatorio, su función es transportar sangre desde y hacia el corazón. Las arterias llevan sangre desde el corazón al resto del cuerpo y las venas devuelven la sangre hasta el corazón. Cada latido de este músculo envía sangre a los diferentes órganos del cuerpo llevando oxígeno a las células a través de las arterias. Una vez distribuido el oxígeno, la sangre vuelve al corazón por las venas para bombearla hacia los pulmones y recargar el oxígeno. Las paredes de las arterias son muy elásticas y resistentes para soportar la presión que ejerce la sangre cuando la bombea el corazón en cada latido, entre 60 y cien veces por minuto.


Ante tanta presión que soportan las arterias, pueden sufrir algunas patologías, entre las que está la Arteritis de Células Gigantes (ACG) o Arteritis de la Temporal también conocida como Enfermedad de Horton. La ACG es un tipo de vasculitis, es decir una inflamación de las arterias, que afecta a una o varias ramas de la arteria carótida, que es la que lleva sangre, y por tanto oxígeno, a la cabeza y al cuello. Su rama más accesible para el diagnóstico es la arteria temporal. Este trastorno provoca inflamación en la capa que recubre las arterias, lo que hace que se estrechen los vasos sanguíneos y, por lo tanto, la sangre no puede fluir con normalidad.


Los síntomas de la Enfermedad de Horton son muy parecidos a los de la gripe: fiebre, cansancio y pérdida de apetito, pero, además, también se manifiestan dolores de cabeza, sensibilidad en el cuero cabelludo, visión doble o pérdida de visión, problemas de coordinación y equilibrio y dolor en la mandíbula y la lengua. “Aunque las causas de la inflamación de estas arterias no se conocen exactamente, se cree que está involucrado un proceso autoinmune en el que el sistema inmunológico ataca de manera anormal las paredes de las arterias, también pueden influir factores genéticos y medioambientales” explica el doctor Pablo Gallo jefe de Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital Ruber Internacional. La Arteritis de Células Gigantes afecta solamente a adultos, rara vez a menores de 50 años, las personas que padecen esta enfermedad manifiestan los síntomas entre los 70 y los 80 años. También es más habitual en aquellas personas que sufren algún tipo de trastorno inflamatorio, como la polimialgia reumática, que provoca dolor y rigidez en los músculos, sobre todo en hombros y cadera. El sexo, igualmente, es un factor de riesgo, las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de desarrollar esta patología. La Arteritis de Células Gigantes se da con mayor frecuencia en personas de raza blanca con ascendencia del norte de Europa. Puede ser hereditaria y es más común en personas que tienen antecedentes familiares con esta enfermedad.


Es fundamental el diagnóstico temprano de la Arteritis de Células Gigantes o Arteritis de la Temporal ya que si no se trata a tiempo las complicaciones que presenta pueden dañar otros vasos sanguíneos provocando accidentes cerebro-vasculares, aneurismas, pérdida repentina e irreparable de la visión o debilidad en los músculos de los ojos. “Un diagnóstico tardío puede tener repercusiones graves para la salud, como parálisis, dificultad en el habla, problemas neurológicos, además puede afectar a nivel de la aorta produciendo dilatación anormal de dicha arteria, es decir provocar un aneurisma” puntualiza el especialista. En el tratamiento están implicados los departamentos de Neurología, Medicina Interna, Reumatología, Anatomía Patológica y Cirugía Vascular, entre otros servicios médicos. Para su diagnóstico, el especialista realizará primero un examen físico detallado en el que prestará mayor atención en la zona de las sienes, donde se ubica la arteria temporal, ya que, en ocasiones, una o las dos arterias presentan una sensibilidad excesiva al tacto, tienen el pulso tenue y el aspecto externo es de un cordón duro. Para confirmar el análisis, pedirá un Eco-Doppler, una ecografía que usa ultrasonidos para ver el flujo de la sangre y la estructura de las arterias temporales.


Pero el método definitivo para confirmar un diagnóstico de Arteritis de Células Gigantes es mediante una biopsia de la arteria temporal. El procedimiento se realiza de manera ambulatoria, con anestesia local. Se extrae una pequeña muestra de esta arteria que está delante de las orejas y sigue hasta el cuero cabelludo, muy cerca de la piel. Una vez se toma la muestra, se analiza en el laboratorio para confirmar la presencia de células gigantes. Si es afirmativo, la arteria mostrará una inflamación con células de un tamaño más grande de lo normal, es decir, con células gigantes (por eso la enfermedad tiene ese nombre) y se iniciará el tratamiento conveniente lo más rápido posible para reducir el riesgo de complicaciones a largo plazo.


El tratamiento principal para la Arteritis de Células Gigantes consiste en la administración por vía oral de corticoesteroides que el médico puede recetar incluso antes del resultado de la biopsia para prevenir la pérdida de la vista. El tratamiento prolongado con corticoides tiene ciertos efectos secundarios como la osteoporosis, los huesos se vuelven más débiles y quebradizos, la presión arterial alta y flacidez muscular. Para contrarrestar estos efectos, es muy probable, que el médico recete suplementos de calcio y vitamina D, aconseje evitar el consumo de tabaco y alcohol, realizar ejercicio físico, especialmente caminar al menos media hora diaria y llevar un control de la densidad ósea mientras dure el tratamiento. Ante la gravedad que puede producir las complicaciones de esta enfermedad, es muy importante acudir al médico cuando se presenten síntomas como dolor de cabeza continuo, para poder tratar adecuadamente, si es el caso, la ACG lo antes posible y reducir cualquier complicación que pudiera generar a largo plazo.


@larazon