La directora regional adjunta para América Latina y el Caribe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Claudia Coenjaerts, aseguró ayer que ese organismo internacional está comprometido con la justicia social, pero advirtió que no puede lograr si persisten la violencia y el acoso en los lugares de trabajo.
""La violencia contra las mujeres es una violación de los derechos humanos, arraigada en la desigualdad de género, un problema de salud pública y un obstáculo para el desarrollo sostenible"
Aseguró que alcanzar la igualdad y la justicia social solo se puede si se libera al mundo laboral de la violencia y el acoso.
"Por ejemplo, la violencia doméstica afecta de manera desproporcionada a las mujeres, robándoles su dignidad y confianza. Además, tiene un impacto económico negativo en la productividad de las empresas. Es nuestro deber tomar medidas para mitigar su impacto en el mundo laboral", enfatizó.