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sábado, noviembre 4

Condenan a dos cadenas perpetuas al exboxeador boricua Félix Verdejo por el asesinato de la joven embarazada

 


Félix Verdejo fue sentenciado a cadena perpetua por cada uno de los dos cargos que fue encontrado culpable durante el juicio que culminó el pasado julio, por su rol en el homicidio Keishla Rodríguez Ortiz.


El juez federal Pedro Delgado Hernández le informó al convicto exboxeador de su determinación después de escuchar extensos y emocionales discursos de la familia de la víctima, que falleció en el 2021 después de haber sido golpeada, drogada, amarrada a un bloque de cemento con alambres de metal y lanzada a la Laguna San José desde el Puente Teodoro Moscoso.


“Hoy, las víctimas hablaron desde el corazón sobre los efectos que todos estos eventos y el caso ha tenido en ellos. Han vivido con dolor. Están rodeados por dolor. Están emocionalmente drenados. Es una situación que para ellos es difícil, si no improbable de superar. Tomando todo eso en consideración, pasará el resto de su vida natural en el cargo dos y el cuatro para cumplir de manera consecutiva”, dijo Delgado Hernández. El juez, además, indicó que el ahora convicto tiene 14 días para iniciar el proceso de apelación.


Bereliz Rodríguez, hermana de la víctima se acercó al podio para leer una carta que escribió Alex, su hijo de 11 años que también estuvo en sala durante la vista de sentencia. “Jamás mis cumpleaños han sido lo mismo desde que ella (Keishla) no está. Estoy muy triste. Ya no hay quien me hacía muy feliz, me da pena por sus mascotas. Ella era amable, dulce e inteligente y con un gran corazón. La extraño mucho. Mi mamá me recuerda que ella está en el cielo con Dios alegre con su bebé”, leyó Bereliz.


La hermana de Keishla exigió respuestas directas de Verdejo, quien llegó al Tribunal esposado con cadenas y vistiendo la ropa típica de los confinados.


“¿Qué ganaste con todo esto? ¿Por no quedar mal con quién? ¿Qué carrera no querías perder? Tu sabes lo noble que era ella y no tenías que llegar a eso, solamente dejarla en casa e irte”. “Ella era la chica de caserío, pero de ese caserío no salías buscándola. Félix, no tenías por qué hacer eso. Me lo quitaste todo, todo, todo. No solamente a mi familia, también la tuya”, reclamó Bereliz, quien tuvo unos tensos intercambios con los representantes legales de Verdejo.


“Quisiera decir algo al licenciado (Jason González) ya que denigraron a Keishla cuando hablaron de ella”, dijo Bereliz, lo que provocó una objeción de González. “Su señoría, estamos en una vista de sentencia del señor Verdejo que no debe ser utilizada para atacarme personalmente”, protestó González.


El juez Delgado Hernández enseguida intervino y permitió que Bereliz continuara con su alocución. “Me senté a defender a Keishla, no estaba haciendo nada que no fuera a resolver todo esto. Tengo derecho de molestarme, soy humana igual que todos aquí. Solo estuve defendiendo a mi hermana desde el primer día. Si les molestaba, tienen que bregar con eso porque no pedí esto. Nadie pidió esto, ni la familia de Félix y nosotros tampoco. Me estoy defendiendo, no me conoce ni yo a usted. Vino a conocer a Félix ahora, lo conozco de toda la vida. Si tiene hijas, que Dios se las bendiga y que nunca se encuentren con un Félix Verdejo”, afirmó Bereliz.


Antes de concluir, la joven solicitó permiso para mostrarle a Verdejo un tatuaje que se hizo en el brazo izquierdo tan reciente como el 13 de octubre. El mismo representa los ojos de su fallecida hermana y Bereliz se quiso asegurar que el ahora convicto lo observara.


@primerahora