Hace unos años, presenté una denuncia preocupante que aún espera una respuesta adecuada. El paso elevado en la Autopista Las Américas con Av. Hipódromo, destinado a facilitar la movilidad, se encuentra en un estado de deterioro progresivo y extenso. Las varillas de refuerzo de las columnas yacen expuestas, víctimas de una oxidación extrema, consecuencia directa de su ubicación cercana al implacable mar.
Lamentablemente, la construcción de esta infraestructura desafiante no respetó las normas de construcción para obras en zonas costeras, lo que ha llevado a esta crítica situación. A pesar de las reiteradas denuncias, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (
Es imperativo destacar que estamos al borde de una amenaza latente: la posible pero inminente caída del paso elevado si no se toman medidas correctivas de inmediato. Hago un llamado vehemente a las autoridades competentes para que atiendan esta denuncia con la seriedad que merece. La historia reciente, marcada por el trágico derrumbe del paso a desnivel en la 27 de febrero con Máximo Gómez, nos recuerda dolorosamente las consecuencias fatales que pueden surgir de la negligencia en la gestión de la infraestructura vial, desde su diseño, construcción, supervisión, seguimiento y mantenimiento.
La seguridad de los ciudadanos está en juego, y la historia nos ha enseñado que la inacción puede tener consecuencias devastadoras. Exhorto a las autoridades del MOPC a priorizar esta situación crítica y a implementar las medidas necesarias para salvaguardar la vida de quienes transitan por este paso elevado. No podemos permitirnos repetir tragedias pasadas; es hora de actuar de manera
@JoelGneco