Durante años, podría asegurar que por más de cuatro décadas, cubrí las incidencias de los juegos de béisbol profesional, con una desbordante pasión, la cual transmitía a los lectores.
En ese lapso conocí y traté a los maestros de la crónica deportiva del país, entre ellos Félix Acosta Núñez, Max Álvarez, Jhonny Naranjo, Cuqui Córdova, Tomás Troncoso, Fidencio Garris, Jorge Bournigal, Roosevelt Comarazamy, José González, Micky Mena, Luis Fernández, Bienvenido Rojas y Héctor Cruz.
En cada uno de los encuentros en el llamado Séptimo Cielo, siempre se aprendía un poco de comunicación.
Admito que tenía algún tiempo que no asistía a los estadios, pero ayer me reencontré con viejos amigos que asistían a todos los encuentros de la época, y algunos mantienen esa rutina, tras una invitación del caballeroso Vitelio Mejía, presidente de la Liga de Béisbol.
Desconocía cuál era el objetivo del encuentro, al cual fueron también invitaron a otros veteranos y queridos colegas de la crónica.
Tras varios minutos de amena conversación y abrazos entre los que hacía cierto tiempo que no nos veíamos, Vitelio explicó las verdaderas razones del encuentro.
En reconocimiento al trabajo que por décadas los invitados han realizado en pro del desarrollo del béisbol, le otorgó a cado uno un pase de por vida para presenciar los partidos en cualquier estadio del país.
Entre los “agraciados” están Héctor Cruz, Leo Corporán, Milagros García, Leonidas Henríquez, José Savery, Domingo Batista, Bienvenido Carmona, Ricky Noboa, Luis Fernández, Valentín Pérez Terrero y un servidor. Además, agradecer la presencia de Américo Celado, presidente de la ACD, Gracias, Vitelio.