Luis se la está jugando en la frontera (votos más, votos menos), porque si ahora la Organización de Estados Americanos (que posiblemente siga considerando erróneamente que la solución de Haití está en República Dominicana) bendice el famoso canal del Masacre, que nos ha llevado a un conflicto en verdad innecesario, nos obligaría a abrir plenamente la frontera y, sobre todo, sus mercados binacionales, abolir las restricciones al tránsito de personas de allá para acá y hacer lo que no se hizo en 1929: reglamentar el uso del agua para evitar daños ambientales y desperdicio (que de eso se trata, en última instancia).