Un fuerte hedor impregna las inmediaciones de la zona cero, donde tuvo lugar la trágica explosión que arrebató la vida de al menos 33 personas en la provincia San Cristóbal.
Un equipo de Diario Libre constató la presencia alarmante de una gran cantidad de gusanos y moscas que invaden las aceras y contenes que rodean el área más devastada por la explosión.
El ayuntamiento municipal aún no ha dado inicio a los trabajos de demolición, pese a que el alcalde de la provincia, José Montás, había asegurado que darían comienzo el miércoles.