En lo que se asemejó a un recurso de admisión de la debacle, el gerente general de los Yanquis de Nueva York Brian Cashman afirmó que la presente campaña ha sido "un desastre" y "una vergüenza", lo que derivará en el análisis de la continuidad de él mismo y del manager Aaron Boone en sus empleos.
Nueva York (60-65), que comenzó la temporada con la segunda nómina más elevada de las Grandes Ligas (275 millones de dólares), llegó al juego del miércoles por la noche frente a los Nacionales de Washington hundido en una racha de nueve derrotas y encaminado a lo que sería su primera campaña con foja deficitaria desde 1992.
"Ha sido un desastre esta temporada. Sí, definitivamente nos ha causado conmoción", dijo Cashman durante una conferencia de prensa de 22 minutos. "Estamos avergonzados por ello".
AP