Un juez del condado de Cook (Illinois, EE.UU.) anuló la semana pasada el fallo por asesinato de un hombre condenado a 76 años de prisión tras descubrirse que el testigo del crimen, cuya declaración fue crucial en la condena, resultó ser ciego, informaron medios locales.
Darien Harris, de 30 años, fue acusado de participar en un tiroteo que acabó con la vida de Rondell Moore en una gasolinera de Chicago en junio de 2011. La víctima, de 23 años, se detuvo en ese lugar para inspeccionar su coche, ayudado por un mecánico, cuando se desató un tiroteo. Recibió tres disparos y murió en un aparcamiento cercano. El mecánico sobrevivió a las heridas.
El sistema de vigilancia de la estación no capturó los hechos, pero registró a un hombre de complexión delgada y cabello corto, difícil de distinguir. Harris, en ese entonces un estudiante de secundaria de 18 años, fue arrestado días después, declarado culpable en un juicio y sentenciado en 2014 a 76 años de cárcel. El juez, Nicholas Ford, basó su fallo en el testimonio de Dexter Saffold, un hombre que dijo haber presenciado el tiroteo, y que el tirador chocó con él mientras huía. Además, esa persona identificó a Harris en una rueda de reconocimiento y en el tribunal durante el juicio.
Harris ha defendido su inocencia y afirma que ese día estaba en su casa viendo la final de la NBA. En 2019, el caso Harris fue objeto de una investigación por parte de la organización periodística local Injustice Watch. Su equipo legal, familiares y amigos instaron al condado de Cook a examinar nuevamente el proceso. Según la abogada de Darien, Lauren Myerscough-Mueller, su cliente fue condenado injustamente y con base en afirmaciones erróneas de testigos y sin pruebas físicas vinculantes. El juez consideró creíble la versión de Saffold sin saber que un médico lo había declarado legalmente ciego debido a un glaucoma, unos nueve años antes del asesinato, según los registros.