A los 58 años, Mike Tyson sigue viviendo al límite. El ex campeón de los pesados volverá a subir al ring el próximo 15 de noviembre en un combate oficial: será ante el YouTuber Jake Paul, en Arlington, Texas, con transmisión de Netflix. Allí expondrá su impresionante récord de 50 victorias, 6 derrotas y 44 nocauts, que se halla congelado desde su última pelea profesional en 2005, cuando fue derrotado por nocaut por Kevin McBride.
En 2020, en plena pandemia de coronavirus, protagonizó un combate de exhibición contra Roy Jones Jr., un evento que recaudó 80 millones de dólares y en el que Iron Mike demostró que el interés por el poder de sus puños se mantiene intacto. Como el influencer es 31 años menor, la lucha fue habilitada con reglas especiales: será a ocho asaltos de dos minutos, con guantes de 396 gramos (14 onzas) - 113 gramos (4 onzas) más acolchados que los guantes normalmente utilizados en los combates oficiales.
Pero más allá de la ferocidad que regaló en el ring en cada presentación, la vida de Kid Dynamite es el guion de una película de una enorme intensidad. Tocó la gloria y el infierno, se sumergió en los excesos, estuvo preso por violación y se reinventó como empresario y hombre de los medios. Cada tanto, reincide en el boxeo, como sucederá el próximo viernes.
Ante los micrófonos, Tyson nunca ocultó ni sus coqueteos con el olimpo ni sus miserias. Y fue dejando historias y anécdotas. Aquí, un compilado de algunas de sus confesiones más impactantes.
Su primera vez en el sexo y el descontrol
“Tuve sexo por primera vez a los 16-17 años. Hasta esa edad solo me masturbaba. No tenía mujeres en ese momento, no había mujeres que me dijeran: ‘Oye, joven, ven aquí'. No había nadie que quisiera enseñarme, a los 13 años ya era un grandote en comparación con mis compañeros de clase”.